El arte de la ubicación y el equilibrio

Desde hace unos tres mil años se practica el Feng Shui en China. El significado de Feng Shui es <<viento y agua>> en chino. Comenzó utilizandose para elegir los lugares adecuados donde ubicar las casas y los pueblos. Sabían cuando un lugar era el correcto para construir, cuando la armonía y la energía vital, llamada chi, era la adecuada para que las personas pudieran estar bien. 

Los practicantes del Feng Shui eran los responsables de la ubicación estratégica de las viviendas. Normalmente, en lugares que fuesen estables con respecto a las posibles inclemencias meteorológicas y con un chi armonioso. Ese lugar debía ser llano, nivelado y protegido por todos lados por montañas, colinas o bosques, y con un arroyo, lago o río cerca, en una cota inferior. 

Una vez que se había elegido el lugar donde iban a construir supervisaban las construcciones de las viviendas, vigilando que el equilibrio y la armonía del chi se mantenía durante toda la construcción, y que no había ningún elemento constructivo problemático. Cualquier error podía dañar el equilibrio existente. 

Nace de este modo el arte de la ubicación y el equilibrio, teniendo como protagonista la energía vital, el chi, de los espacios y las viviendas.

¿Y cómo podríamos definir el chi

Se define con los tres principios básicos del Feng Shui, todo está vivo, todo está relacionado y todo cambia.

· Todo está vivo

Cualquier objeto está dotado de energía vital (chi) con unas características únicas. Además de transmitirle nosotros más energía, con nuestras reacciones, experiencias y recuerdos, producida al entrar en contacto con el objeto. Cuando dicha reacción se produce con armonía, experimentamos una sensación de equilibrio y comodidad. Hace que nos sintamos bien.

Desde el punto del Feng Shui, los edificios están vivos y tienen como objetivo albergar y nutrir a todo aquel que lo habita. Al fin y al cabo es el sentido que siempre ha tenido la arquitectura, desde el principio de la historia, un lugar confortable que cobije y abrace a las personas, y se convierta en su paraiso personal. 


"El paraíso está donde yo estoy". Voltaire

Una vez leí un dicho que decía <<lo que para una persona es una chatarra, para otra es un tesoro>>, creo que es el modo más simple de resumir el chi de los objetos. Cuando al mirar un objeto nos vienen a la mente recuerdos o pensamientos, estamos generando esa energía que nos conecta con el objeto en sí. Hay ocasiones en los que hay objetos a los que les tenemos un apego enorme, pero que sin embargo, el chi que nos conecta con él es un recuerdo triste, que en lugar de llenarnos de energía hace que no estemos bien, en equilibrio. Ahí sabremos que es el momento de agradecer y dejarlos marchar, deshacernos de todo aquello que reste. Se puede vender, regalar e incluso tirar.

· Todo está relacionado

El chi vincula a todo aquello que existe fisicamente. Es muy importante tener en cuenta que la energía de todo está relacionado entre sí, por ejemplo, el desorden que puedas tener en cajones, armarios, etc., aun sin estar a la vista está transmitiendo al resto de la vivienda un chi negativo, falta equilibrio, influyendo directamente en todos los aspectos de nuestra vida. 

Las cosas más insignificantes, como una silla que sea incómoda, una mesa con la que siempre chocamos en sus esquinas puntiagudas, están influyendo en el chi cada vez que se entra en contacto con ellas. Por lo contrario, imagina que cada mañana al desayunar, lo haces mirando a un jarrón lleno de flores frescas, el chi y la relación es muy diferente, geneándote energía positiva, nada más comenzar el día. Por lo que tanto para bien como para mal, todo lo que existe está relacionado entre sí. 

· Todo cambia 

El crecimiento y el movimiento hacen que las cosas, y con ello su energía vital, cambien continuamente. 

Por lo que, todo nuestro entorno no solo está vivo e interelacionado con todo aquello que lo rodea, sino que está en continuo cambio. Y lo mejor de todo, el entorno nos avisa de cuando ha llegado la hora del cambio. 

En ocasiones, el cambio está relacionado con más cambio, y se producen simultaneamente. Por ejemplo, en el cambio de estaciones, se lleva a cabo el cambio de armario, la ropa de verano y de invierno se intercambian el lugar, y es en ese momento de cambio, en el que el chi de la ropa y el nuestro entran en contacto y decidimos desprendernos de cosas que en otro momento de nuestra vida nos proporcionaba una sensación diferente a ahora, y la donamos, la vendemos o incluso la tiramos. Las dejamos ir porque el chi ha cambiado, y además de ese modo, nos abrimos hacia un chi nuevo y armonioso. 

El entorno actúa como un imán o como un ancla, manteniendo todo aferrado, ya sea positivo o negativo. 

En la mayoría de las ocasiones, la gente piensa que todo lo que compren es para toda la vida, que les tiene que durar. Y hay que dejarse llevar, aceptar que las cosas cambian, crecen, se mueven y se transforman. 


Si crees que ha llegado el momento de conectar con el chi de tu hogar y buscar el equilibrio puedes escribirme y veremos cómo puedo ayudarte.

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